lunes, 20 de febrero de 2017

RUTA CIRCULAR POR MATAMALA DE ALMAZAN


Una mañana más nos disponemos a caminar por nuestra querida provincia y en esta ocasión lo hacemos cerca de la ciudad a unos 40 km. Nos dirigimos a  Matamala de Almazán  Ángel y su esposa Ana , Maribel, Ana  de la Hoz, Julián y yo. Partimos un poco tristes porque somos solo seis personas y echamos de menos más compañía.

Cielo azul y suelo blanco de escarcha en el comienzo del camino. El río Izana discurre por el término regando los campos de cultivo que encontramos cerca del pueblo, poco después nos  sumergimos en el bosque típico de esta zona con pinos resineros.
 


Una pequeña parada al descubrir  la Estación de ferrocarril, solitaria, silenciosa, olvidada pero muy bien conservada y según nos anuncia un cartel hoy es propiedad privada y tiene el aspecto de una casa particular, con jardín, barbacoa y puertas y ventanas bien protegidas. En este lugar la familia Zhivago se baja del tren  en la Estación de Barykino en Rusia y el tren se aleja en sentido Torralba en 1965.


 

Continuamos nuestro camino por senderos y seguimos entre pinos hasta llegar a nuestra siguiente parada en la antigua Fábrica de resinas de la Concepción dónde queremos ver las secuoyas. Al llegar preguntamos a un “amable” señor que salía con un coche al respecto pero la contestación que recibimos fue muy seca y desagradable. Nos encontramos ante otra propiedad privada a la que no se puede acceder y además con aviso de perros. Aquí antiguamente  se fabricaban derivados de la resina  como colofonias y aguarrás.


 Decidimos bordear la finca (sugerencia de Maribel) y afortunadamente las majestuosas secuoyas  están fuera de ella por lo que nos podemos acercar y admirarlas. Troncos rectos, cilíndricos, anchos que crecen hasta alcanzar las nubes, corteza muy gruesa pardo rojiza que nos dejó un polvo verde en la ropa al abrazarnos a ellas. El tamaño y la corpulencia de estos árboles siempre ha sido símbolo de lo grandioso, una base ancha y sólida para llegar muy alto.




Con el buen rollo que nos han transmitido estos impresionantes árboles caminamos de nuevo atravesando la vía y al poco de pasar por ella  y de enfilar una cuesta comenzamos a escuchar a lo lejos un sonido :¿Qué será?.¿Será un pájaro? ¿Será un avión?.NO. Es nuestro tren  y podemos apreciar claramente la necesidad que tenemos de una línea de velocidad alta (no de alta velocidad), como manifiesta la plataforma Soria YA.

Llega el momento del descanso y el almuerzo, rapidito….Angel enseguida nos pone en marcha a todos.

Seguimos por caminos forestales entre pinos delgados y torcidos con la corteza oscura y rojiza que parece mojada ,no vimos troncos con la típica maceta resinera pero si alguno con la herida fruto de esta actividad que antaño fue muy productiva y que hoy afortunadamente se está recuperando y está dando frutos nuevamente. Transitamos por una zona que se había quemado y que hoy está en proceso de recuperación con ejemplares de pinos muy  jóvenes y refugios pinariegos. Julián piensa que hay demasiado silencio, no se escuchan pájaros y tampoco vemos fauna.
Pasamos de nuevo la vía, esta vez, poniendo en riesgo nuestras vidas.



De regreso al pueblo nos llama  la atención un edificio rojo que es un centro de la Naturaleza  que alberga el museo de la resina. Está cerrado.
 

Me faltó tomarme la caña en  El Lago porque tenía que ir a trabajar para dar fin a una fabulosa mañana disfrutando de la naturaleza, el ejercicio y de la compañía  de SORIA PASO A PASO.


Finalizo mi crónica con esta poesía dedicada a nuestro penoso tren  y a  esta línea de ferrocarril de funcionamiento tan limitado y sin inversiones, pensando en que nos encanaría tener una comunicación decente  y esperando que nuestro deseo se haga realidad


“El Torralbilla”
Locomotora asmática
del tren anciano,
chimenea simpática
del tren soriano.
Humo que alteras
en las salidas
las despedidas,
y en las esperas
nos emocionas
a unas pocas personas,
después del alba,
a esa hora temprana
que canta el gallo,
cuando vienes despacio desde Torralba
y, a toque de campana,
da tu salida Navalcaballo.
Tren curtido a la escarcha,
al regañón, al cierzo
y a la nevisca,
tren querido,
que, en tu tranquila marcha,
cantas de Enero
canciones de cellisca
y de ventisquero.
 
Tren soriano,
familiar, único,
modesto, llano,
tren sin empaque
que, en todo viaje,
-cual viejas cantinelas-
cantan tus bielas
la canción del rodaje;
“Tran... tran...,
tran..., tran,
voy a Torralba,
y nada más,
y nada más;
y vuelvo a Soria
por Coscurita,
por Almazán,
por Almazán,
trán, trán,
trán..., trán...”
Aurelio Pérez Rioja
 
 

 
Soria, 18 de febrero de 2017
 
EMI.