sábado, 26 de septiembre de 2015

A LA JUNTA DE LOS RÍOS

Era un 12 de Agosto, miércoles, cuando partiendo del barrio de Las Casas (Soria), en la trasera de la iglesia de San Bartolomé Apóstol, del siglo XVII, nos dirigimos hacia la Junta de los Ríos, paraje que recibe su nombre como consecuencia de que allí se unen los ríos Duero y Pedrajas.
Caminamos por la senda que cruza el cerro al norte de la localidad, entre majadas y tierras de cultivo; robles, matojos y arbustos propios del clima de nuestra tierra, hasta entrar de lleno en el sendero del Duero; con la vegetación propia de la ribera del río.
Formábamos el grupo diez senderistas, en ese momento la totalidad de sus componentes:
Julia, Leli, María, Ana, Rosi, Maribel, Lucas, Juanjo y yo.
Travesía muy tranquila por lo fácil que es y que se prestaba a que nuestros perros Tía Tula y Taiko pudiesen correr a su gusto.
Llegados al curso del río, permitió a algunas de las chicas refrescarse los pies en sus aguas, disfrutando del frescor de las mismas.
Estábamos en pleno verano, con altas temperaturas, que provocaban
algunos incendios.
De un remanso del río vimos salir un helicóptero que partía con su bolsa repleta de agua.
Llegamos hasta el refugio que se encuentra en el lugar y en las mesas que hay cerca del mismo comimos las viandas que llevábamos para merendar.
El momento fue aprovechado por los mosquitos que hicieron presa de las compañeras hasta el extremo.
 
De regreso, los que encabezamos el grupo iniciamos una conversación que mostraba las diferentes opiniones sobre temas religiosos, lo que nos hizo despistarnos y coger un camino equivocado que nos llevó hasta el emplazamiento de la nueva cárcel, todavía fuera de funcionamiento lo que nos llevó a llegar a nuestro punto de partida ya de noche. Finalizamos nuestro encuentro, como viene siendo costumbre, tomando una cervecita en uno de los bares del barrio.
Una nueva ruta concluida y nuevo refuerzo del grupo Soria paso a paso.
Luis





miércoles, 23 de septiembre de 2015

FUENTES DE VALONSADERO

Este día fue el primero en el que tomé contacto con el grupo, en el que solo conocía a Luis y su yerno. Reconozco que estaba algo intrigado por  a quién más conocería en ese día.
Están esperando en el parking de la Casa del Guarda, haciendo corro, a algún miembro del grupo incluyéndome a mi; es el momento en el que llego y Luis, mi ex profesor de los escolapios,  abiertamente y en alto dijo:¡¡Hombre, Carlos!! Fue la manera de romper el hielo con el grupo. Para mí fue como si me echaran un capote, aunque no tengo problemas por conocer personas nuevas porque creo ser extrovertido.
Se inició la ruta. En principio, Luis fue mi aliado, después su yerno y luego poco a poco con los demás compañeros Carmen, Juanjo, Ana, Maribel, Leli y Pepe, entre los que vi que ya hacían una muy buena piña por la cercanía, confianza y alegría que reflejaban sus caras; vamos, que fue chupado adaptarme al grupo.
Llegados al Puente del Canto, giramos a nuestra izquierda para coger el margen derecho del río Pedrajas hasta coger el camino que lleva hasta el Azud de Buitrago.
Hicimos fotos en cada parada. Puente del Canto y las fuentes que encontramos tras las indicaciones.
La Fuente del Puente del Canto presenta el aspecto de un pequeño pozo de sección cuadrada, construido con piedras de sillería que se hallaron enterradas en su estado original.
La principal fuente del Monte Valonsadero, la Fuente del Oro, cuyo nombre se debe probablemente a la calidad de su agua, nos muestra una piedra arenisca de singular belleza, un prisma de 70 cm de altura cuyo interior fue vaciado con herramienta manual en forma de cilindro de 60 cm de diámetro.
Decidimos alargar nuestra ruta hasta el Azud de Buitrago. Me sorprendió pues llevaba muchos años sin ir y me pareció más cerca de lo que yo creía. Volveré a visitarlo tanto con la piragua, en bici o de caminata.
Una vez de vuelta del azud tenía la sensación de que se nos iba a hacer de noche; vamos que habíamos calculado un poco justo la vuelta.
En un descuido, Maribel tropezó con una raíz que sobresalía lo que la llevó al suelo provocándole la caída una pequeña hemorragia nasal. Luis aprovechó la ocasión para comentar la conveniencia de sacar la ficha federativa para estar cubiertos en posibles e imprevistos accidentes.
Llegando al parking, Juanjo nos obsequió con las barritas energéticas que nuestro cuerpo agradecía. Tras este momento fuimos al bar en el que tomamos una cervecita fresquita muy necesitada, al menos por mí.
Me agradó mucho el buen ambiente que se reflejaba en todos ellos. No cambiéis nunca, que así da gusto conocer gente nueva y volver a unir lazos que se habían roto por el paso del tiempo.
Un saludo !!!
Carlos





 













 

martes, 22 de septiembre de 2015

PEDRAJAS

  Fue un 16 de agosto
Hasta ahora las salidas del grupo habían sido todas desde Soria capital, y cuando lancé la idea de ir a Pedrajas no sabía cómo iban a reaccionar los miembros del grupo.  No sabía si la idea de coger los coches les atraía.  Pero sí, fue un acierto, y el hecho es que ahora ya hemos hecho rutas lejanas de Soria capital, y las que están en proyecto.
   En Pedrajas se nos añadieron unos amigos que tienen casa allí y mira por donde que se suponía que yo iba a hacer de guía y al final fue este amigo el que tomo el mando y nos llevo hasta la orilla mismo del Duero.
   Primero dimos una vueltecita por el pueblo, la fuente con las tortugas, las esculturas repartidas por todo el casco urbano, y de allí a coger un camino que, como he dicho, nos llevó a la misma orilla del Duero.
   Hacía muy buena tarde, y hasta comimos moras, un poco verdes aún, pero ¡bueno!, la que es golosa es golosa.
    A Rosi le gustaron mucho las casas con sus chimeneas redondas, tipicas pinariegas.
    Ese día estábamos Maribel, Rosi con su hijo Lucas , Juanjo, Pepe y su mujer Águeda, y yo.
    A mi me gusta mucho Pedrajas, con sus pinos, y tan cerca de Soria capital que te puedes acercar en un momento, en coche o con la bici.   Es un lugar que me trasmite mucha paz.
    Tenemos muchos caminitos por explorar en la zona de Pedrajas, espero que algún día queráis volver, porque a mi me encantaría volver con vosotros.










PICO FRENTES



El 28 de agosto, viernes, realizábamos una  nueva salida. En esta ocasión al Pico Frentes, segundo Punto Geodésico de nuestra provincia al que accedíamos, de los 234 que hay en nuestra provincia. El anterior había sido a Santa Ana.
Fue una convocatoria un tanto comprometida, ya que sabíamos de antemano que no todos los interesados podrían participar en la misma a consecuencia de sus diferentes compromisos. Al final fuimos 3 los que participamos: Maribel, Juanjo y yo.
Accedimos desde Ocenilla, localidad adornada por esculturas realizadas por Félix Hernández que recuerdan diferentes culturas.
Tomamos la senda que parte de la Iglesia y desde la finca adyacente nos salieron a saludar dos borricos, que de una manera especial agradaron a Maribel.
Nos dirigimos hacia el pico, pasando por la fuente que hay cerca del castro celtíbero de los Castillejos.
Continuamos nuestro caminar por el pinar que hay en la base de la sierra donde la autoproclamada machadiana Maribel y yo recuperamos una conversación anterior sobre la curva de ballesta que menciona Machado en algunas de sus obras. No hubo forma de ponernos de acuerdo sobre la curva a la que se refiere Machado.
Desde el pinar, iniciamos la segunda parte del ascenso; dura, pero animosa subida con la ilusión de coronar la cima que, aparentemente, nunca llegaba. Parecía como que se hubiesen llevado el monolito que marca el punto geodésico.
Llegamos por fin, satisfacción en el trío caminante, desconsuelo por  no habérsenos ocurrido llevarnos unos prismáticos, lamento por el hecho de nadie más del grupo hubiese podido acompañarnos, aunque compromiso de volver. Fotos en el lugar.

 Nos tomamos nuestro tiempo de descanso y reposición de fuerzas a la sombra de un arbusto, pero un ejército de insectos voladores nos obligó a retirarnos antes de lo que hubiésemos deseado.

El descenso fue más peliagudo (difícil de comprender) porque nos lanzamos ladera abajo por la parte noroeste de la sierra, aprovechando los azadones de los animales.
A mí me preocupaba el vértigo de Maribel, pero fue capaz de sobreponerse a su temor, desde su propio orgullo, afición y experiencia senderista.
Pena de que no estuviese el bar abierto para habernos tomado una cañita fresca.
Luis


lunes, 21 de septiembre de 2015

A SANTA ANA

Hola! Quería deciros que he ido con grupos grandes a hacer senderismo muchas veces, pero.....echaba en falta la complicidad necesaria para disfrutar de la naturaleza y poder compartir sensaciones con las personas con las que ando y me esfuerzo. Por eso, en mi primera salida con vosotros hacia el monte de Sta. Ana estuve un poco inquieta, preguntándome cómo serían esas personas con las que iba a compartir tantas rutas que habríamos de hacer. Llegué tarde, acompañada de Jaime y he de deciros que tuve buenas vibraciones con la gente que me encontré desde el primer momento.
Hicimos la subida a Sta Ana.
Yo con un poco de esfuerzo porque Rosi tiraba mucho con su caracter alegre y lleno de promesas. Contemplamos la ciudad desde lo alto y compartimos impresiones y viandas.
Desde ese momento supe que había encontrado gente maravillosa a la que no quiero defraudar,y siento que creceremos juntos en el mutuo conocimiento.
Sólo tengo la necesidad de deciros que os quiero ya un poquito a cada uno de vosotros y ojalá esto dure mucho tiempo. Como veis esto es toda una declaración de intenciones.

Por Ana