sábado, 7 de enero de 2017

RECOGIDA DEL BELÉN 7/01/2017

Con un !FELIZ AÑO! nos saludábamos, a las 9 de la mañana con una temperatura de -4'5º, los compañeros que acudíamos a la cita para recuperar el belén que al inicio de la Navidad había colocado el grupo en la cima del Pico Frentes. por tanto, era de obligado cumplimiento el realizar esta salida, terminada la Navidad.
Antes  de iniciar nuestra partida comentamos la ausencia de Rosi que no se ha incorporado por estar con un `proceso de vértigos y la extrañeza de que Gema no se hubiese inscrito a la salida. El motivo nos lo explicaba Julián que la había visto desfilar en la cabalgata de Reyes, dentro del grupo que representaba al servicio de Correos con una fractura de clavícula, consecuencia de una caída con la moto que utiliza en su trabajo. Igualmente nos hemos acordado de Agnelo, dado que no le ha dejado salir a caminar su trocánter derecho.
Salíamos de nuestro lugar de costumbre con dirección a la base del pico, en los coches de Reme y Julián: Maribel, Ana Mª y su hija Sarai; y Mari Paz, Ana Bernal, Ángel y yo mismo. En La Toba -punto de arranque de nuestro caminar- nos esperaba José Antonio.
Los 4º y medio bajo cero se habían convertido en -6º durante el trayecto, pero la mañana aparecía tan soleada como suele ser en los inviernos sorianos y un cielo del azul más puro que presagiaban, como así ha sido,

No obstante, superado el primer desnivel y echando la vista atrás, se veía al fondo sobre el cauce del Duero una finísima capa de niebla.


Superada la meseta por donde discurren los antiguos senderos que comunican los pueblos que bordean la sierra, nos hemos dirigido a la cortada norte desde donde se divisa todo el Valle del Duero. Hemos superado con acierto la pérdida de las gafas de Mari Paz y en el entreacto, buscando un servicio público gratuito para evacuar líquidos elementos  me he encontrado bien mimetizado entre las ramas más bajas de una encina un reducidísimo belén que hemos señalizado con una pequeña pirámide de piedras.
Ya en el amplio balcón Mari Paz y Sarai han podido contemplar por primera vez el extenso paisaje que brinda el Pico.


Y hemos llegado a nuestro destino. Allí permanecía nuestro portal de Belén a cuyo pie hemos descansado y reparado lo gastado en la subida y algo  más.



Julián nos ha sorprendido para regar nuestras gargantas con una botella de lambrusco y Ana Bernal con mazapanes típicos de Navidad que añadido al chocolate aportado por Julián y el café han completado nuestro almuerzo. 
Durante el mismo y dado que Ángel no me ha regalado un huerto (él sabe por qué lo digo), he propuesto seleccionar una foto de cada una de nuestras salidas para al final de año hacer un calendario como regalo de reyes; idea que ha sido bien recibido por quienes allí estaban.
Nos hemos trasladado para hacer fotografías que reflejasen que allí habíamos estado hasta la columna del vértice geodésico que hemos coronado con nuestro portal de Belén y hemos aprovechado una felicitación del año anónima, que dejan constancia del año que iniciamos. No hemos podido responder a su felicitación por ausencia de un elemento para escribir, pero la intención ha sido esa.
Aprovechando el regalo de Reyes a José Antonio hemos podido hacernos esta foto del grupo al completo.




De nuestro regreso he de reseñar que, como Ángel deja el rebaño a su aire, Julián se ha separado del grupo para buscar un servicio de pago cuando los había gratuitos a nuestro lado y tras su uso hemos tenido que salir a buscarlo porque se iba a otros sembrados. También decir que no hemos encontrado con un cazador miembro d u grupo que por allí estaban apostados, pero que lo único conseguido ha sido pasear sus escopetas, lo que ha retrasado nuestro regreso de partida.

Al final nuestro refresco acostumbrado en el que no han podido participar ni Mari Paz ni Jose Antonio 
Luis