Partimos a las 8.30h. Llevábamos unos cuantos kilómetros en coche cuando nos dimos cuenta de que por una serie de circunstancias (Falta de puntualidad, no comunicación adecuada por whatsapp, prisas porque pensábamos que habría niebla en la carretera, teléfono apagado porque se va a conducir…) nos habíamos dejado en Soria a una de nuestras compañeras. Con gran disgusto decidimos entre todas continuar el viaje porque además del camino ya recorrido el segundo coche ya no lo teníamos en el Lago (se lo había llevado mi marido) Partimos 5 personas : Ana, Rosa Mateo, Feli, Maribel y yo.
A tramos por la carretera niebla baja y nuestro pensamiento era el que dice el refrán”Mañana de niebla, tarde de paseo”.
Tras 45 Km. recorridos vimos a lo lejos un Braquiosaurio que nos anunciaba que llegábamos a nuestro destino y tras pasar una gran curva cerrada que asustó un poco a nuestra conductora, enfilamos por el puente sobre el Río Cidacos y entramos en el pueblo.
Villar del Río, es una pequeña población al norte de nuestra provincia que pertenece a la Comarca de Tierras Altas concretamente a tierra de Yanguas y es uno de los puntos clave en la ruta de las icnitas. Este entorno fue un lago que se desecó al formarse el desfiladero del Cidacos. Sus yacimientos arqueológicos están declarados como bien de interés cultural desde el 2005 y cuenta con un Aula Paleontológica dónde hay información e indicaciones para ver las icnitas.
Comenzamos el recorrido desde la plaza y pronto encontramos un pueblo abandonado llamado ALDEALACARDO. En el término hay otros pueblos en las mismas circunstancias Canto Hincado, Río Baos , Villaseca Bajera y Hontálvaro.
En el comienzo nuestra ruta transcurrió por zona de pastos y agricultura, olía a tomillo y nos fuimos despojando de nuestras sudaderas.
El siguiente punto que nos pareció muy interesante, nos gustó y en el que nos entretuvimos hasta el punto de que nos descolgamos del resto de senderistas fue LA CUESTA. Como su propio nombre indica está situado en una pendiente, en plena Cañada Real y fue un rico pueblo ganadero. Durante años fue utilizado para el desarrollo del programa de rehabilitación de toxicómanos de Proyecto Hombre.
Según nos contaron gente de la zona, estuvo en este pueblo Gina Lollobrigida con algún amante..
El siguiente punto que nos pareció muy interesante, nos gustó y en el que nos entretuvimos hasta el punto de que nos descolgamos del resto de senderistas fue LA CUESTA. Como su propio nombre indica está situado en una pendiente, en plena Cañada Real y fue un rico pueblo ganadero. Durante años fue utilizado para el desarrollo del programa de rehabilitación de toxicómanos de Proyecto Hombre.
Según nos contaron gente de la zona, estuvo en este pueblo Gina Lollobrigida con algún amante..
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A partir de aquí el paisaje cambió totalmente, entramos en pleno bosque y comenzamos a subir laderas empinadas e interminables. La taquicardia y el sudor nos acompañaban, no queríamos levantar la cabeza del suelo por no caernos y por no ver el tramo que nos quedaba por subir, algunas teníamos que descansar y por algún sitio subir a cuatro patas.
Pero la recompensa fue estupenda, un gran bocata de chistorra y un par de botellas de agua cada una, mas un postre fabuloso que aportó Feli. No habíamos terminado nuestro bocadillo cuando el grupo de cabeza ya partía de nuevo (¡Qué agobio!) Decidimos acabar nuestro almuerzo tranquilas y partir con la cola de la marcha.
Tuvimos que andar un buen rato todavía por laderas boscosas, húmedas pero ya sin ascender, el camino transcurría paralelo a la pendiente, había que tener cuidado con los resbalones y olía a setas, Rosa encontró un miguel a pesar del ritmo que llevábamos. Nuestra opinión era que la cabeza de la marcha iba muy rápida, no nos daba tiempo de apreciar los paisajes, hacer fotos o charlar.Y por fin la inmensidad, como dice Ana, cambio total de paisaje y ya pasando de la cabeza de la marcha buena conversación y tranquilidad. Estuvimos “arreglando España”
Todas pensábamos que en este pueblo se había rodado una película, pero no es así. La película Bienvenido, Mister Marsall de Berlanga está ambientada en un pueblo llamado Villar del Río pero rodada en Guadalix de la Sierra en Madrid.
De vuelta en Villar del Río tomamos la caña, tomando un sol espléndido y repasando el botiquín que es la bolsa roja que hay encima de la mesa. Pensamos que la encargada de llevarlo será Maribel ya que además de experta enfermera es la asidua a las marchas.
Y finalmente desvelamos el secreto que Ana colgó en Face book. Qué son estos pañitos que veíamos en los umbrales de casi todas las puertas de la casas del pueblo?
LAS ALELUYAS, hay tantos pañitos como mozas solteras en la casa. Nos llamaron mucho la atención.
Nos queda pendiente en otra ocasión ver los yacimientos de icnitas.
Otra ruta mas del Soria Paso a Paso, caminando, descubriendo y disfrutando nuestra maravillosa provincia
EMI
