martes, 18 de octubre de 2016

CUBO DE LA SOLANA. 14 DE MAYO DE 2016

Para este fin de semana el grupo no tenía marcha programada, debido a los diversos eventos que se organizaban en la Capital, Asamis celebrada su marcha anual a Valonsadero, y el Ayuntamiento hacía lo propio hacia Numancia por la senda del Duero, por lo que no se programó salida para este día, pero como era de esperar alguno de nosotros no llevábamos la idea de asistir a estas rutas citadas, unos por una circunstancia otros por otras, así que al última hora del jueves decidimos y sobre la marcha preparar salida para este día.


En principio propuse ir al nacimiento del río Manubles, allá por la Sierra de Tablada o Tablado, río muy especial para mí, como algunos compañeros son conocedores de este asunto, pero como el astro durante este mes de mayo está de lo más revoltoso, y anunciaban hacia el mediodía lluvias intermitentes, y visto lo visto durante la semana, una vez reunidos los asistentes a la ruta, a la hora y lugar de costumbre,  propuse ir a un lugar más cercano y una ruta un pelín más corta, hubo Quorum entre los asistentes, y como lo que queríamos era andar, nos daba igual ir por un lado que por otro, así que modificamos el recorrido y nos dirigimos al municipio de Cubo de la Solana, a recorrer y conocer sus humedales.


Ahí andábamos prestos, por parte femenina, Rosi, Maribel, Gema, Leli y Paloma y por parte masculina, Pepe marido de Paloma y Angel.


Mañana con muchas nubes en el cielo, que amenazaban lluvia y que de vez en cuando dejaban paso a un sol primaveral, que era de agradecer por nuestra parte.


Sobre la ocho y media llegábamos en los vehículos a nuestro punto de partida, en la localidad de Cubo de la Solana, municipio situado al sur y  distante de la capital a 24 Kms aproximadamente, por su término discurren los ríos, Duero, Mazos y Rituerto, así como la Cañada Real de Soria
Durante la época romana una calzada que cruzaba el Duero pasaba por la zona, durante la presencia musulmana, fue tierra fronteriza entre cristianos y árabes.


Lugar que durante la Edad Media perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Soriaformando parte del Sexmo de Lubia. A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja, partido de Soria que en el censo de 1842 contaba con 78 hogares y 312 vecinos, en el año 2015 había censados a 193 personas en el municipio.
 


Todo nuestro caminar discurrió entre carrascas, a lo lejos y mirando hacia el oeste se encontraban los pinos de la localidad vecina de Lubia, buen camino durante todo el recorrido con un problema añadido, debido a la gran cantidad de lluvia caída durante este mes de mayo la mayor del recorrido estaba embarrado, en las charcas pudimos comprobar las cantidad de renacuajos que había, y en muchos tramos por las rodadas que dejan los vehículos agrícolas, el agua corría como si de un riachuelo se tratara, en las lagunas debido a la orografía del terreno, poco accidentado, el  agua salía por todos lados, alguno de los componentes del grupo llevaba un buen remojón de pies.


La mañana fue aguantando en cuanto a lluvia se refiere y la temperatura de lo mas agradable para caminar, así pudimos conocer las lagunas y después de almorzar como ya es tema obligado, (esta vez no hubo ni bota ni tortilla de patata) pero no faltaron otras ricas viandas que el grupo dio buena cuenta de ellas.


Llegamos al pueblo, no sin antes hacer la recolección de perrrechicos, que había por el camino que íbamos transitando,  algunos de los que allí estábamos era gran conocedor de este hongo silvestre, visitamos la ermita de nuestra Sra. de la Solana y su entorno, bien cuidado con fuente de agua y merenderos y barbacoas, y  decidimos esta vez tomarnos la cervecita en él, íbamos muy bien de tiempo, la ruta era corta y el caminar suave, estando en el bar, el propietario nos informó que sería una gran pena por nuestra parte no visitar el molino, distante del pueblo a unos 2 Km., lugar muy bonito en cuanto a su entorno y el propietario que en el lugar vive, nos lo enseñaría muy encantado.
 


Así que después de la cerveza, volvimos sobre nuestros pasos, eso sí ahora lo hicimos en coche de los 2 Km hasta el molino 1,2 lo hicimos en los coches, el resto camino ancho para abajo en busca del Duero, y sin darnos cuenta nos presentamos en el molino, que para nuestro asombro no estaba el propietario del mismo, así que recorrimos el lugar y nos quedamos maravillados del paraje que estábamos viendo, que como bien nos habían dicho en el pueblo era digno de ser visitado, una pena que no estuviera el anfitrión.


Aquí pudimos ver una placa conmemorativa de la crecida del Duero allá por finales del año 1860 la altura que alcanzaron sus aguas, y que también habíamos sido avisados por los lugareños de la existencia de dicha placa.


Así que con el mal sabor de boca que nos produjo no poder ver el molino por dentro, regresamos donde teníamos nuestro vehículos, y volvimos a casa, dando por finalizada una nueva ruta que resultó húmeda, muy húmeda en cuanto al suelo se refiere, menos mal que no nos llovió,  pero de lo más  bonita y agradable.


Soria, 14 mayo 2016


 


Angel

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