Ruta especial por Santo Domingo de Silos. 29-4-2017
Hoy partimos pronto de Soria porque vamos a hacer un recorrido
especial. Nos vamos a la provincia de Burgos, a Santo Domingo de Silos.
Todos puntuales, salimos en un
minibús 21 personas, nos falla Cándido .Todo el grupo nos alegramos mucho de
tener de nuevo a Agnelo con nosotros, ya
casi recuperado de su reciente lesión.
El viaje se hace corto y ameno; no falta la conversación y tenemos a
nuestro gran Julián que ya desde primera
hora de la mañana nos hace reír con sus bromas ocurrentes.
Una estrecha y serpenteante carretera entre grandes paredes rocosas nos hacen pensar que estamos próximos a Santo
Domingo de Silos; algunos están deseando llegar porque la sensación de mareo
aumenta en este tramo tan tortuoso.
El río Mataviejas da lugar a alguna broma dentro del bus.
Santo Domingo de Silos es una localidad muy turística y junto con
otras dos afamadas y próximas localidades que son Covarrubias y Lerma forman el
“Triángulo del Arlanza”. Esta zona es un núcleo importante de caminos
históricos.
La historia de este pueblo va unida a la historia de su abadía y aquí
nos dirigimos en primer lugar para
escuchar la misa de las 9h y el famoso canto gregoriano.
Silos se compone de dos monasterios yuxtapuestos, uno medieval y otro
posterior clásico/ barroco. La Iglesia, de aspecto exterior neoclásico, nos sorprende porque en su interior conserva
la sobriedad, oscuridad y recogimiento
del románico
Escuchamos la Liturgia con canto gregoriano, voces llanas, simples y monódicas
que invitan a la paz, el sosiego y la meditación .Un sermón sobre Sta. Catalina de Siena, penúltima entre 24 hermanos y copatrona de Europa, dio pié para pedir por la unidad de la humanidad y la paz en nuestra
maltrecha tierra, una petición y deseo que comparten todas las personas de
buena voluntad ,sin importar la religión que profesen.
Salimos al mundo exterior de nuevo envueltos en calma y armonía y algo
somnolientos, precisamos un café para estimularnos un poco y comenzar nuestra
ruta.
Nos organizamos en fila india y estrenamos los chalecos fluorescentes
porque iniciamos el recorrido por carretera hasta llegar a La Yecla a unos 3
km. del pueblo.
El Parque natural de La YECLA. Es
una profunda y estrecha garganta en las Peñas de la Cervera. Desfiladero
horadado por las aguas del arroyo El Cauce, en la roca caliza. Puentes y
pasarelas permiten recorrer los 600m
sobre pozas y cascadas que hoy no pedemos
contemplar en todo su esplendor por la falta de agua. Se hace muy corto
el recorrido pero muy intenso en impresiones y efectos sobre los que la transitamos:
sorpresa, admiración e incluso sobrecogimiento al imaginarla con un gran flujo
de agua. Un laberíntico paisaje cuyas
paredes se pueden tocar con las manos .Tenemos la sensación de que circulamos
contra corriente, hoy está muy concurrida la garganta y la gente nos deja
espacio muy amablemente hasta que pasamos todo el grupo.
Aunque es pronto todavía y
hemos caminado poco, al salir del desfiladero encontramos el sitio ideal para
el almuerzo. Entre bromas, risas y bailes, pasamos un buen rato y además hoy
volvemos a comer la exquisita tortilla de Agnelo.
El grupo se divide a partir de este momento, unos prefieren volver a deleitarse con las sensaciones de la Yecla y volver al pueblo por el mismo camino y otros decidimos seguir la ruta establecida saliendo de nuevo hacia una carretera a mano izquierda hasta llegar a Peñacoba que es una aldea de Sto. Domingo y que perteneció al Cid Campeador hasta que éste la cedió a Silos.
El pico mas alto de Peñacoba es
Peñalta dónde hay una cruz que vemos desde la carretera así como la parte
posterior de las impresionantes Peñas de Cervera con señal inequívoca de la
fauna que las habita.
Desde el pueblo giramos de nuevo a la izquierda y nos sumergimos en la
campiña otra vez.
Pasamos por el Moreco del Santo que es una acumulación de piedras en
forma de círculo y las piedras tras ser besadas, han sido depositadas por los
peregrinos en homenaje a Santo Domingo, cuando sus restos mortales fueron
devueltos al monasterio. Cuando llegaron los soldados de Napoleón los monjes
pusieron a buen recaudo la urna con los restos de Sto. Domingo en este lugar. Cuando
volvieron a su lugar de origen en solemne cortejo comenzó la tradición de las
piedras.
Rápidamente comenzamos a otear el valle del Tapadillo con Sto. Domingo de Silos y su abadía Benedictina en cuyo patio sobresale y despunta hacia el cielo el célebre Ciprés de Silos, conocido por el famoso soneto que le dedicó Gerardo Diego y el Convento de San Francisco.
Bajando la loma, encontramos La
ermita de la Virgen del Camino ,una
estatua de una virgen” madre de todos los pueblos” y una roca con una espada
clavada que Julián consiguió extraer un poco.
Accedemos de nuevo al pueblo a través de la puerta de San Juan en los
restos de la antigua muralla, originaria
del siglo XIII. Junto a la misma se
encuentra un lavadero que se alimenta de la llamativa fuente grande, pozo cuadrangular de piedra, ocupado por un agua
cristalina y cuyo fondo está lleno de monedas (el que lanza una moneda volverá
al pueblo) Parte del cauce de esta fuente está destinado para los usos del
Monasterio. Se cuenta que esta fuente no se seca nunca.
No podemos abandonar este lugar
sin visitar el Claustro de la Abadía: Conjunto monumental del patio interior construido
con arquerías de medio punto y de doble columna, salvo en el centro donde hay
haces con cuatro columnas que marcan el
cambio del Maestro constructor y de la época.
Capiteles con una temática muy
variada: bestias, arpías, aves, sirenas, grifos, leones, acantos, encestados…
Bajos y medios relieves en los pilares de los ángulos con escenas de
la vida de Cristo.
Artesonados con escenas cotidianas y religiosas.
Sala capitular .Puerta de entrada a la Iglesia dónde hay tres
diferentes tipos de arcos medio punto, ojival y mudéjar.
Dos elementos escultóricos notables nos salen al paso al recorrer el
cenobio: Uno es la Virgen de Marzo y la lauda (tapa) del sepulcro de Sto. Domingo.
Rebotica y botica con antiguos instrumentales, tarros de Talavera y
una gran biblioteca sobre la materia.
Un pequeño museo con báculos, cruces, tesoros religiosos de orfebrería y otras piezas fue el final de nuestra visita a esta joya de los siglos XI y XII con altas vibraciones espirituales dónde la paz y la serenidad lo invaden todo.
Camino de Soria paramos en Hacinas
donde hay un atractivo turístico muy curioso e interesante que son los árboles fósiles: Vegetales fosilizados
de 120 años de antigüedad. Hace millones de años un caudaloso río recorría
estas tierras con coníferas es su orilla, después de un gran cataclismo hubo
grandes inundaciones y las coníferas quedaron sepultadas, sin sol, en la tierra
obscurecida pedieron su vida vegetal y lodos y moluscos se fueron depositando
en ellos.
Hay tres expuestos, en la parte más alta del pueblo sobresale la
Torre-Campanario y sobre ella descansa la imagen del Sagrado Corazón. Al lado
de esta curiosa estructura está la
Iglesia parroquial de S. Pedro con una pequeña plaza que parece salida de una
roca y encima de esta roca se cimentó un antiguo castillo. Tumbas en los restos
de esta construcción y un profundo pozo. El panorama desde esta zona es también
digno de mención.
Abandonamos este hermoso y
mágico pueblo para continuar nuestro camino a casa. Hoy hemos gastado
novecientas calorías pero estamos seguros de que la balanza entre gastos e ingresos es
favorable a éstos últimos.
Cerca de las 20h estamos en Soria de nuevo, cansados después de haber
pasado un día único y espléndido en el que hemos entrenado el cuerpo y la mente
y lo hemos hecho todos juntos nuevamente
en nuestro grupo “Soria paso a paso.”.
EMI
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