Una
mañana más nos disponemos a caminar por nuestra querida provincia y en esta
ocasión lo hacemos cerca de la ciudad a unos 40 km. Nos dirigimos a Matamala de Almazán Ángel y su esposa Ana , Maribel, Ana de la Hoz, Julián y yo. Partimos un poco
tristes porque somos solo seis personas y echamos de menos más compañía.
Cielo azul y suelo
blanco de escarcha en el comienzo del camino. El río Izana discurre por el
término regando los campos de cultivo que encontramos cerca del pueblo, poco
después nos sumergimos en el bosque
típico de esta zona con pinos resineros.
Una
pequeña parada al descubrir la Estación
de ferrocarril, solitaria, silenciosa, olvidada pero muy bien conservada y
según nos anuncia un cartel hoy es propiedad privada y tiene el aspecto de una
casa particular, con jardín, barbacoa y puertas y ventanas bien protegidas. En
este lugar la familia Zhivago se baja del tren
en la Estación de Barykino en Rusia y el tren se aleja en sentido Torralba
en 1965.
Continuamos nuestro camino por senderos y seguimos
entre pinos hasta llegar a nuestra siguiente parada en la antigua Fábrica de
resinas de la Concepción dónde queremos ver las
secuoyas. Al llegar preguntamos a un “amable” señor que salía con un coche al
respecto pero la contestación que recibimos fue muy seca y desagradable. Nos
encontramos ante otra propiedad privada a la que no se puede acceder y además
con aviso
de perros. Aquí antiguamente se
fabricaban derivados de la resina como colofonias
y aguarrás.
Decidimos bordear la finca (sugerencia de
Maribel) y afortunadamente las majestuosas secuoyas están fuera de ella por lo que nos podemos
acercar y admirarlas. Troncos rectos, cilíndricos, anchos que crecen hasta
alcanzar las nubes, corteza muy gruesa pardo rojiza que nos dejó un polvo verde
en la ropa al abrazarnos a ellas. El tamaño y la corpulencia de estos árboles
siempre ha sido símbolo de lo grandioso, una base ancha y sólida para llegar
muy alto.
Con el
buen rollo que nos han transmitido estos impresionantes árboles caminamos de
nuevo atravesando la vía y al poco de pasar por ella y de enfilar una cuesta comenzamos a escuchar
a lo lejos un sonido :¿Qué será?.¿Será un pájaro? ¿Será un avión?.NO. Es
nuestro tren y podemos apreciar
claramente la necesidad que tenemos de una línea de velocidad alta (no de alta
velocidad), como manifiesta la plataforma Soria YA.
Llega
el momento del descanso y el almuerzo, rapidito….Angel enseguida nos pone en
marcha a todos.
Seguimos por caminos forestales entre pinos
delgados y torcidos con la corteza oscura y rojiza que parece mojada ,no vimos
troncos con la típica maceta resinera pero si alguno con la herida fruto de
esta actividad que antaño fue muy productiva y que hoy afortunadamente
se está recuperando y está dando frutos nuevamente. Transitamos por una zona
que se había quemado y que hoy está en proceso de recuperación con ejemplares
de pinos muy jóvenes y refugios
pinariegos. Julián piensa que hay demasiado silencio, no se escuchan pájaros y
tampoco vemos fauna.
Pasamos de nuevo la vía, esta vez, poniendo en riesgo nuestras vidas.
Finalizo mi crónica con esta poesía dedicada a nuestro penoso tren y a esta línea de ferrocarril de funcionamiento tan limitado y sin inversiones, pensando en que nos encanaría tener una comunicación decente y esperando que nuestro deseo se haga realidad
Pasamos de nuevo la vía, esta vez, poniendo en riesgo nuestras vidas.
De
regreso al pueblo nos llama la atención
un edificio rojo que es un centro de la Naturaleza que alberga el museo de la resina. Está
cerrado.
Me
faltó tomarme la caña en El
Lago porque tenía que ir a trabajar para dar fin a una fabulosa mañana
disfrutando de la naturaleza, el ejercicio y de la compañía de SORIA PASO A PASO.
Finalizo mi crónica con esta poesía dedicada a nuestro penoso tren y a esta línea de ferrocarril de funcionamiento tan limitado y sin inversiones, pensando en que nos encanaría tener una comunicación decente y esperando que nuestro deseo se haga realidad
“El Torralbilla”
Locomotora asmática
del tren anciano, chimenea simpática del tren soriano. Humo que alteras en las salidas las despedidas, y en las esperas nos emocionas a unas pocas personas, después del alba, a esa hora temprana que canta el gallo, cuando vienes despacio desde Torralba y, a toque de campana, da tu salida Navalcaballo.
Tren curtido a la escarcha,
al regañón, al cierzo y a la nevisca, tren querido, que, en tu tranquila marcha, cantas de Enero canciones de cellisca y de ventisquero. |
Tren soriano,
familiar, único, modesto, llano, tren sin empaque que, en todo viaje, -cual viejas cantinelas- cantan tus bielas la canción del rodaje;
“Tran... tran...,
tran..., tran, voy a Torralba, y nada más, y nada más; y vuelvo a Soria por Coscurita, por Almazán, por Almazán, trán, trán, trán..., trán...”
Aurelio Pérez Rioja
|
Soria, 18 de febrero de 2017
EMI.
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